Chile asomó en el horizonte de Estados Unidos ante la falta de leche en polvo para los lactantes, algo que los republicanos aprovecharon para ir contra el presidente demócrata, Joe Bien, quien ya prometió tomar medidas para hacer frente al desabastecimiento sin precedentes de este producto básico para los infantes.
Biden no solo habló ayer con algunos de los principales fabricantes nacionales de leche en polvo infantil, a los que presionó para que aumenten su producción, sino que también anunció que importará mayores cantidades de este producto ante la escasez sin precedentes en su país.
El mandatario conversó con los directores ejecutivos de las empresas Mead Johnson y Gerber, que producen fórmula para lactantes, y con las cadenas minoristas Walmart y Target, informó la Casa Blanca.
En las últimas semanas, encontrar leche en polvo para lactantes fue todo un reto para los padres en distintos estados del país, un asunto que derivó en una pelea en el Congreso entre republicanos y demócratas.
La escasez fue provocada por los problemas de suministro global ocasionados por la pandemia y las dificultades en la planta de producción que Abbott, el principal fabricante de leche para lactantes en Estados Unidos, tiene en Sturgis, Michigan,
Una funcionaria de alto rango del Gobierno de Biden explicó en una llamada con periodistas que el mandatario abordó con los responsables de Mead Johnson y Gerber «los esfuerzos continuados para incrementar la producción».
«Su trabajo ha aumentado debido a la pérdida de la producción por parte de Abbott. El presidente habló con ellos sobre las maneras en que la Administración puede ayudar», agregó.
Los directivos de esas empresas aseguraron a la Casa Blanca que «van a hacer todo lo que sea necesario para mantener altos niveles de producción con el fin de garantizar las necesidades del mercado».
Biden, en sus conversaciones con los representantes de Walmart y Target, se centró en los problemas que afrontan algunos de sus establecimientos, especialmente en áreas rurales, así como en las disparidades geográficas, a la hora de llenar sus estanterías con fórmula para lactantes.
En línea con estos esfuerzos, el presidente anunció ayer una serie de medidas que va a adoptar su administración para responder a la escasez de leche en polvo para bebés.
Ahí aparece Chile en escena
Una de ellas será aumentar las importaciones, dado que actualmente el país produce el 98% de la fórmula que consume.
La Casa Blanca destacó, en un comunicado, que México, Chile, Irlanda y los Países Bajos «son fuentes clave de importaciones» y adelantó que próximamente la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) hará un anuncio sobre el incremento de las compras de este artículo en el extranjero.
El Gobierno también se comprometió a eliminar trabas burocráticas para acelerar el proceso para que la leche para bebés llegue lo antes posible a los supermercados.
Asimismo, Biden le solicitará a la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés) y a los fiscales generales de estados que combatan las prácticas de mercado desleales y las subidas de precios abusivas.
El abastecimiento de leche en polvo para bebés se mantuvo estable en Estados Unidos en la primera mitad de 2021, según consignó la página web Datasembly, un sitio citado por los medios estadounidenses que documenta la fluctuación de precios y existencias de productos.
A partir de enero de 2022, la escasez de este producto alcanzó una tasa del 23% y luego empeoró ya que en abril llegó al 31%.
En medio los problemas se agudizaron en febrero cuando Abbott retiró la fórmula que salía de su planta en Michigan, que se comercializaba bajo las marcas Similac, Alimentum y EleCare, después de que cuatro bebés sufrieran una infección bacteriana y dos de ellos fallecieran.